
Se trata de un empresario Boliviano que se encontraba prófugo de la Justicia y contaba con pedido de Captura Internacional de Interpol.
Fué detenido en el estado de Mató Grosso, Brasil, durante un operativo de rutina de la Policía Rodoviaria Federal de Brasil. El prófugo se movilizaba en una camioneta Toyota Hilux junto a un hombre y una mujer, portando un documento falso que luego confesó haber comprado por 5 mil reales en la ciudad de Pará.
«Nono» Granier sería, según la pesquisa, el encargado de cargar aviones con droga proveniente de Bolivia y Paraguay para ingresarla a la Argentina a través de pistas clandestinas o mediante «bombardeos» en pleno vuelo.
Mediante una logística que atravesaba varias provincias, los estupefacientes viajaban a manos de sus compradores, incluídas varias bandas narcos como el clan Loza y Adelaida Castillo, en Salta; y Esteban Lindor Alvarado, en Rosario.
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